LA #PSORIASIS Y SEXUALIDAD

En las mujeres afecta especialmente entre los 15 y los 35 años, justo en plena efervescencia sexual. La psoriasis es una enfermedad de la piel que, según los últimos datos, tiene una incidencia en la población española que oscila entre el 1,4% y el 2% afectando en la misma proporción a ambos sexos. Su aparición no sólo trae consecuencias en la epidermis sino que también puede acarrear más de un problema en la vida y salud sexual.

"Es frecuente que las pacientes presenten alteración de su imagen corporal y de la autoestima lo cual, fácilmente, puede interferir en sus relaciones de pareja", explica la doctora Bárbara Castro Martín, médico adjunto del Servicio de Ginecología, en la Unidad de Reproducción del Hospital Universitario La Paz en Madrid.

Por otro lado, el área genital, tanto femenina como masculina, puede verse afectada por lesiones psoriásicas que debido al dolor, escozor, etc. dificultan las relaciones sexuales e incluso pueden imposibilitar, en el caso del varón, la erección. De hecho, "distintos estudios han demostrado relaciones estadísticamente significativas entre la severidad de la psoriasis y la afectación generada en la esfera sexual, así como mayor problemática relacionada con la existencia de placas psoriásicas en el área genital", comenta la experta.

Investigación

De este modo lo recoge un estudio publicado recientemente en la revista científica 'The Journal Sexual of Medicine'. La psoriasis, debido a las lesiones cutáneas que deforman la autoimagen de los pacientes, causa un gran impacto sobre la sexualidad. Sus investigadores, liderados por Mohamed Ghada, del departamento de dermatología y venereología de la facultad de Medicina de la Universidad Suez Canal en Ismailia (Egipto), analizaron en un grupo de 82 mujeres (52 pacientes con psoriasis sexualmente activas y 30 voluntarias que pertenecieron al grupo control) tanto el índice de gravedad de la enfermedad como la función sexual femenina con las correspondientes escalas de medición para ello.

Con los resultados en la mano, demostraron una correlación negativa entre el grado de afectación de esta enfermedad y la satisfacción sexual. Además comprobaron también que aquellas pacientes que padecían psoriasis genital tenían mucho más deteriorada su función sexual.

La esfera sexual

Eliseo Martinez, dermatólogo MIR del Hospital Universitario Virgen de las Nieves en Granada y miembro de la Academia Española de Venereología y Dermatología (AEVD), asegura que "no sólo es un problema de piel, sino que es mucho más que eso". Los pacientes, sobre todo ellas, evitan mostrar las heridas o marcas que la enfermedad conlleva, provocando así problemas psicológicos. "No se sienten bien consigo mismos y ello provoca que haya dificultad para relacionarse, incluso evitan tener relaciones, lo que genera un gran impacto sobre el deseo sexual", comenta. Y así, según han indicado varios estudios, la esfera sexual afecta más a la mujer, que es más sensible a la enfermedad.

La psoriasis puede afectar a la parte genital, esto es "del global de personas con esta enfermedad, más de un 40% de ellas a lo largo de la evolución de su trastorno va a tener psoriasis genital", indica.

Esta afectación puede ser muy grave y limitante, no sólo en la vida sexual, aclara el especialista, sino en el día a día. "Los pacientes con afectación genital tienen mayor alteración en su calidad de vida a nivel laboral y académico", además esta zona en ocasiones está tan afectada que las molestias impiden por completo cualquier relación con penetración. Hay que tener en cuenta que los traumatismos (incluyendo el roce durante las relaciones) empeoran la psoriasis en la zona, "lo que se conoce como fenómeno de Koebner", explica el experto.

Para aliviar la sintomatología en la parte sexual, explica la doctora Castro, existen lociones hidratantes, calmantes con extractos de camomila y aloe vera dado que en el área genital se desaconsejan tratamientos tópicos agresivos.

Naturalidad y comprensión

Pero existe un problema aún mayor: Por pudor, las pacientes no lo comentan en consulta. Por eso, es fundamental, explica Martínez, que se consulte con su médico todos los inconvenientes y tener confianza en la dermatología moderna.

"Hoy en día existen muchas armas terapéuticas y, antes o después, se puede conseguir un buen control de la enfermedad. Hay que insistir y ver cuál es el mejor tratamiento para cada paciente, porque no todos lo toleran igual, hay que conseguir que el paciente esté a gusto con su tratamiento", reclama. Deben tener en cuenta, añade la especialista en ginecología, que la psoriasis en la mayoría de sus presentaciones no alcanza una forma grave y "no deben dejar que afecte de manera severa su calidad de vida".

Del mismo modo, advierte que es crucial que la pareja, si se tiene, entienda la enfermedad, que sea partícipe de ella, "dado que se trata de una patología crónica con recidivas y períodos de remisión", mantiene. Así es muy relevante explicarle los tratamientos que puedan ayudarle en la sintomatología de las lesiones genitales si las hubiera, tanto a ella como a su pareja. Por otro lado, reclama que es importante que la mujer sienta apoyo por parte de su pareja, aunque hay que tener en cuenta que sería negativa cualquier connotación de pena o compasión. Sobre todo, concluye, "es fundamental hacerlo con naturalidad".


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