Un simple vaso de agua nos sirve de vehículo para entender cómo las preocupaciones y el estrés pueden bloquear nuestra mente y nuestra capacidad de tomar decisiones. Una sencilla interpretación para entender cómo la forma de canalizar y enfocar las preocupaciones pueden paralizarnos o, por el contrario, servirnos de impulso para seguir adelante. En otras palabras, en la diferencia entre ver el vas o medio lleno o medio vacío puede estar la clave para eludir caer en una espiral perjudicial para la salud emocional. Tomemos un vaso de agua. Si nos hicieran la pregunta de cuánto pesa, ¿qué responderíamos? Las respuestas pueden ser diversas, 100 gramos, 200 gramos… En realidad, el peso exacto no importa. Si sostenemos durante un minuto el vaso, no pasará nada, pero si permanecemos así durante una hora seguramente el brazo comenzará a entumecerse. El peso del vaso, en ambas situaciones, es el mismo, ha permanecido invariable; sin embargo, cuanto más tiempo lo sujetemos, mayor e...